¡Errar es
humano, pero echarles la culpa a otras personas lo es todavía más!
A perdonar
sólo se aprende en la vida cuando a nuestra vez hemos necesitado que nos
perdonen mucho.
Además de perdonar a tus enemigos, ríete de
ellos. La risa es el gran antídoto contra los venenos del espíritu.
Ama, perdona y olvida; hoy te lo dice una amiga, mañana te lo dirá la
vida.
Cada vez que cometo un error me parece descubrir una verdad que no
conocía.
Disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es solo de almas grandes.
El arte de vencer se aprende en las derrotas.
El error es aquello de lo que carezco.
El error no es más que una ayuda a aprender... en el camino del
aprendizaje.
El hombre olvida, pero no perdona, la mujer perdona, pero no olvida.
El odio es el veneno de nuestro corazón, el perdón su cura.
El perdón cae como lluvia suave desde el cielo a la tierra. Es dos veces
bendito; bendice al que lo da y al que lo recibe.
El perdón es el agua que extermina los incendios del alma.
El perdón es el perfume que despide una flor después de ser pisada.
El perdón es la única venganza aprobada por el Universo.
El perdón es una decisión, no un sentimiento, porque cuando perdonamos
no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor. Perdona, que perdonando
tendrás en paz tu alma y la tendrá el que te ofendió.
El perdonar nos hace ser libres de espíritu.
El perdonar nos permite ser felices y disfrutar la vida, ya que es de
humanos equivocarse.
El que es incapaz de perdonar es incapaz de amar.
El que no perdona a su enemigo, no será perdonado de Dios.
El que perdona es la persona que más puede amar, la más sabia y por lo
mismo la más valiosa "perdona".
El que
perdona se engrandece y engrandece también al perdonado.
El único
error imperdonable: no perdonar.
En los
juicios humanos, se castiga al que confiesa su culpa; en el divino, se
perdona... Bendito sea Dios.
Enseñemos a
perdonar; pero si enseñamos también a no ofender, sería más eficiente.
Perdonar
nos acerca más al camino del amor...
Errar es de
humanos, insistir es de necios.
Errar es de
sabios. Todos se equivocan alguna vez en su vida.
Errar es un
privilegio de los valientes.
Es fácil
perdonar, pero no es tan fácil olvidar que has tenido que perdonar.
La burla y
el ridículo son, entre todas las injurias, las que menos se perdonan.
La espiral
de la violencia sólo la frena el milagro del perdón.
La mayoría
de las personas prefieren confesar sus pecados a los demás.
Las
lágrimas no piden perdón, lo merecen.
Las obras
más perfectas son las imperfectas.
Lo mejor
que puedes dar a tu enemigo es el perdón; a un oponente, tolerancia; a un hijo,
un buen ejemplo; a tu padre, deferencia; a tu madre, una conducta de la cual se
enorgullezca; a ti mismo, respeto; a todos los hombres, caridad.
Los baches
también conforman el camino.
Los hombres
ofenden antes al que aman, que al que temen.
Los hombres
que no perdonan a las mujeres sus pequeños defectos jamás disfrutarán de sus
grandes virtudes.
Los únicos
errores que cometemos en la vida, son las cosas que nunca hacemos.
Nada
envalentona tanto al pecador como el perdón.
Nada nos
asemeja tanto a Dios como estar siempre dispuestos a perdonar.
Nadie puede
soportar que no le perdonen. Ese es un privilegio de Dios.
No dejes
que una pequeña discusión hiera una gran amistad.
No es malo
equivocarse, lo malo es no saber reconocerlo.
No
escatimes el perdón: es imposible caminar con tantas heridas abiertas.
No hay paz
sin justicia, no hay justicia sin perdón.
Nunca te
arrepientas de lo que hiciste, mejor no lo vuelvas a hacer, arrepintiéndote no
arreglarás lo sucedido.
Perdón es
una palabra que no es nada, pero que lleva dentro semillas de milagros.
Perdona
siempre a tu enemigo. No hay nada que le enfurezca más.
Perdona
todas las viejas heridas y cicatriza con resinas de amor.
Perdona,
si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre, que está en los
cielos, os perdone vuestras ofensas.
Perdonamos
cuanto amamos.
Perdonando
demasiado al que yerra se comete una injusticia con el que no falla.
Perdonar es
el significado del verdadero amor... sólo quien ama realmente, perdona.
Perdonar es
el valor de los valientes. Solamente aquel que es bastante fuerte para perdonar
una ofensa, sabe amar.
Perdonar es
mirar al futuro sin guardar recuerdos del pasado.
Perdonar no
es olvidar, es recordar sin dolor, sin amargura, sin la herida abierta;
perdonar es recordar sin andar cargando eso, sin respirar por la herida,
entonces te darás cuenta que has perdonado.
Perdonar
nos acerca más al camino del amor...
Perdonar,
no solamente es decir "Te Perdono", Sino demostrarlo con hechos.
Perdónaselo
todo a quien nada se perdona a sí mismo.
Prefiero
agitarme en la duda que descansar en el error.
Se aprende
a perdonar, perdonando; se aprende a amar, amando; se aprende a imitar a Jesús,
siguiendo sus pasos.
Se perdona
en la medida en que se ama.
Si acaso
todos los hombres nos reconociéramos como hijos pródigos, podríamos vivir la
experiencia fuerte del amor misericordioso del Padre.
Si no perdonas
por amor, perdona al menos por egoísmo, por tu propio bienestar.
Si quieres
mi perdón, te perdono, pero a cambio te regalo todo mi odio.
Siempre es
pronto para errar, pero nunca tarde para perdonar...
Siempre hay
rencor cuando encuentras amistad y buscas el amor.
Somos como
bestias cuando matamos, como hombres cuando odiamos, más como Dios cuando
perdonamos.
Un error es
dar un paso para adelante y otro para atrás.
Vengándose,
uno iguala a su enemigo; perdonando, uno se muestra superior a él.